Dónde empezar… Primero que Maika (mi perra) y yo (clienta de la clínica veterinaria en Calahonda) te echamos de menos.
Como veterinaria, nunca he conocido una como Rocío. Va mucho más allá de la profesionalidad y asistencia veterinaria de primera clase. A Maika y mi Grey (gato ya fallecido) desde el día uno los mimó y los cuidó como si fueran SUS mascotas, nunca fueron «un paciente» más, ni nosotros como «un cliente más» y no es por falta de conocer y probar varias otras veterinarias en la zona.
Sobre los años, he visto que conoce todos los nombres de sus pacientes y sus dueños. Muchísimo éxito en tu nueva clínica, ¡seguro que no te faltará!