Es difícil cuando sientes tanto agradecimiento poder expresar con palabras ese sentimiento.
Me llamo Indi y soy un gato que me rescataron un día frío de invierno cuando era un bebe. Vivo con otros cuatro gatos y mis amitos. Padezco asma desde chiquitín con ataques de tos constantes y no podía casi respirar. Gracias a tus cuidados, Rocío, estoy llevando una vida normal, aunque tengo que tomar una pastilla dos veces al día. Como bien sabes, he tenido épocas peores y me has tenido que pinchar e incluso me has metido en una caja de cristal con oxígeno durante horas.
Siempre que he ido a verte, Rocío, he podido comprobar cuanto amor y cariño sientes por nosotros los peludos y cuanto sabes sobre lo que nos hace enfermar y lo rápido que das con la solución. Estamos muy contentos y agradecido con la atención que nos has dado.
Ahora estoy un poco triste porque te has ido a Chiclana a montar tu propia clínica. Quiero desearte mucha suerte, aunque no la vas a necesitar, porque eres una super veterinaria con un corazón lleno de cariño y cuando te conozcan van a querer ir todos los peludos a tu clínica.