Como ya hemos querido destacar a lo largo de nuestra web, una de nuestras principales misiones es prevenir enfermedades, antes de que tengan que ser curadas. Para ello, es muy importante conocer qué peligros podemos evitar y cómo actuar si nos enfrentamos a ellos de la manera más eficaz posible, para que tenga la menor de las consecuencias.
Vamos a hablar de los peligros que tenemos aquí en nuestra zona, Chiclana y alrededores, y de cuáles son esos factores sorpresa que pueden causar un daño en nuestras mascotas a veces muy grave. Vamos a clasificarlos, según la estacionalidad típica, aunque no quiere decir que no se alarguen en el tiempo o puedan cambiar de estación, ya que la climatología está cambiando su normalidad.
Primavera
Parásitos externos
La floración, la vegetación crecida, las aguas estancadas del invierno junto con las crecientes temperaturas de esta estación crean el ambiente propicio para la reproducción de muchos de los insectos que parasitan a nuestras mascotas, como las pulgas, mosquitos, garrapatas y moscas. Aunque hay que aclarar que en una zona cálida como Chiclana pueden estar presentes durante todo el año, es en esta época donde más incidencia hay.
Para prevenir que en los paseos o incluso en nuestros jardines sean parasitados o picados y que estos mismos puedan transmitirles enfermedades bacterianas o parasitarias a nuestras mascotas, deberemos de proteger a nuestra mascota con medios de protección efectivos y de marcas reconocidas por su eficacia, como son los collares, pipetas o incluso pastillas vía oral, cada uno de ellos tiene una duración, efecto y abarca unos parásitos concretos.
Es importante que te informes en nuestro centro y te ayudaremos a escoger el más conveniente, según la edad, raza, modo de vida y marcaremos recordatorios en nuestra agenda, para avisarte de cuando es la próxima aplicación.
Alergias
Las alergias es una de las causas más frecuentes de visita a las consultas, reacciones de prurito en la piel, rascado del animal, lesiones cutáneas…. La cantidad de plantas en floración hace que aumente la concentración de polen en el aire, césped e incluso en sus pelajes.
Son síntomas desagradables para la mascota y su propietario, que puede llegar a autolesionarse, tener ansiedad o dejar de comer.
Es muy importante el cepillado al llegar a casa, a veces el cambio de ruta de paseos, tener la zona de descanso limpia, los baños con champú anti alergia y aspirar bien la casa. En el caso de que los síntomas perduren o aumenten, hay que echar mano de tratamientos profesionales más efectivos e incluso test de alérgenos y autovacunas para inmunizar al paciente.
Verano
Golpes de calor
La estación del verano nos trae temperaturas altas. Normalmente, de junio a octubre, es cuando los grados suben y más urgencias de perros se presentan en la clínica veterinaria, en su mayoría debido a que han sufrido el conocido como golpe de calor, el cual se trata de un aumento de temperatura corporal por circunstancias externas, que puede desencadenar un triste final.
La temperatura media de los perros es de 38,5-39,2ºC y en los gatos de 38 a 39,2ºC. Cuidado con perros braquicéfalos (chatos) o hembras gestantes, que suelen tener aún más dificultades para ventilar. Cuando los sometemos a condiciones externas adversas en los días de más calor: coches cerrados, paseos a las horas de más grados, exposición excesiva al sol sin sombra para resguardarse, falta de agua para hidratarse, el mantenimiento del manto antiguo, poca ventilación… Pueden llegar a elevarse estas temperaturas internamente tanto, que los mecanismos propios de regulación interna no puedan bajarla efectivamente y puede llegar a comprometerse las funciones de los órganos vitales, por eso es importante, ya que peligra su vida.
Nuestro consejo es ir a URGENCIAS INMEDIATAMENTE y actuar in situ de forma rápida hasta que lleguemos al veterinario.
Qué hacer:
- Lo primero, llama a la clínica y mientras nos trasladamos los veterinarios, si no es horario de apertura, gana tiempo intentando bajar la temperatura.
- Métele en la bañera o ponle agua fría de la manguera por todo el cuerpo, que cale bien en el cuerpo.
- Si nos pilla en la calle de paseo o de viaje, compra botellas de agua fría y ponlas, sobre todo, en las zonas de menos pelo, cuello, barriga y mucosas.
- Llévalo a una zona de sombra para que no incida el sol más sobre el cuerpo.
- Nunca lo tapes de camino al veterinario.
Espigas
Los campos empiezan a estar secos y las hierbas aparecen pajizas del calor y la poca lluvia de esta época. En los paseos por zonas ajardinadas o por pastos secos, hay que tener mucho cuidado porque muchos de ellos tienen forma de espiga o lanza y, al pasear alrededor, oler las plantas o incluso al sentarse, puede hacer que estas espigas se claven en sitios poco oportunos e incluso peligrosos.
Es uno de los motivos más comunes de consulta en los meses de verano y se alarga hasta comienzo de otoño. La presentación de paciente es muy frecuente con espigas en ojos, fosas nasales, entre las almohadillas, dentro de las orejas o en el caso de pelo largo e incluso a lo largo de la piel del cuerpo.
Siempre es aconsejable, por ello, en las zonas con pasto seco, explorar muy bien al perrito cuando llegamos a casa, peinarlo con frecuencia y observar si sacude las orejas o tiene un ojo cerrado desde alguno de los últimos paseos, porque si es así deberá ser chequeado y mirado por el veterinario.
Otoño
Sapos
Con las primeras lluvias aparecen zonas de aguas estancadas y húmedas, el lugar favorito para vivir de los sapos, animales que suelen resultar muy atractivos para perros y gatos.
La mayoría de nuestras mascotas suele acercarse, olfatear e incluso darle algún que otro lametón. Aquí viene el problema. Y es que estos animales están cubiertos por numerosas glándulas, que segregan sustancias tóxicas que les sirven para defenderse y que pueden provocar una severa intoxicación con síntomas gastrointestinales y neurológicos, incluso la muerte.
En el caso de que te veas en una situación así y sea demasiado tarde porque el contacto haya tenido lugar, abre enseguida la boca de tu perro o gato, aclárala con agua fría abundante sin frotar y limpia su cavidad oral, para eliminar lo máximo posible el veneno. Mientras, llama a la Clínica Veterinaria del Mar para ser atendido de urgencias.
Tos de las perreras
Los cambios de temperatura y, sobre todo, de calurosas a frías suele debilitar el sistema inmunitario de todos. A esto se le suma que el frío favorece la proliferación de infecciones de vías respiratorias.
Muchos son los perros que vienen a consulta estos meses con tos de aparición repentina y recurrente, muchos de ellos contagiados por la popularmente “Tos de las perreras” o traqueobronquitis infecciosa canina, causada por varios microorganismos (Bordetella bronchiseptica, virus del moquillo, CAV-1, CAV-2 y el virus de la parainfluenza canina).
Para prevenir la enfermedad, es conveniente vacunar antes de la temporada de máxima prevalencia, con el objeto de que su sistema inmunitario cree anticuerpos frente a los agentes patógenos y repetir anualmente.
En especial, se ha de vacunar a perros que vayan a visitar sitios donde son más frecuentes los contagios, son sitios donde hay agrupación de perros, como pueden ser hoteles caninos, parques, criaderos, etcétera.
Invierno
Orugas
A comienzos de enero, tenemos un nuevo visitante en nuestros pinos y jardines: la oruga de la procesionaria. Con la llegada del frío, se agrupan en los típicos nidos con hilos sedosos de color blanco en la parte más soleada del árbol, se desplazan en grupo y forman las características “procesiones”, de ahí su nombre, haciéndolo únicamente para alimentarse de hojas próximas y siguiendo un hilo de seda segregado por ellas.
Éstas poseen pelos urticantes, que pueden provocar reacciones desde alérgicas, anafilácticas o incluso necrotizantes. Dependiendo de la zona de contacto con el animal o el humano, las lesiones, el pronóstico o incluso las secuelas serán de menor o mayor importancia, ya que puede haber sido desde un contacto ligero, contacto con mucosa oral u ocular, hasta ingestión de las mismas, lo que supondría un problema grave. En el caso de los perros, es más frecuente, al ser más impulsivo que el gato.
En el caso de haber tenido contacto, SIEMPRE ACUDIR AL VETERINARIO Y ¡NUNCA FROTAR LA ZONA! Porque puedes provocar que esos pequeños pelitos se claven aún más y la lesión se agrave. Hay que lavar rápidamente la zona afectada: ojos, boca ,nariz, etcétera, con agua fría, para que haga efecto calmante al mismo tiempo. En el caso de ver que ha sido ingerida por tu perro, intenta hacerle vomitar lo antes posible, mientras llamas al servicio de urgencias, utilizando sal gorda o una mezcla de agua con una porción de agua oxigenada. Lo consigas o no acude al centro veterinario de urgencia.
Anzuelos
Es una época del año donde el buen tiempo permite a las familias pasear y disfrutar con sus perros de largos paseos por la playa. ¡Cosa que nos encanta!
Pero, cuidado con un enemigo con el que es FRECUENTE encontrarse: los anzuelos. Estos suelen ser dejados por pescadores despistados. ¡muy mal hecho! Y, normalmente, en su gancho suele haber algo de comida que atrae por el olfato a su instinto más canino. Esto provoca que se acerque y que,finalmente, vaya a comérselo, sin saber que el gancho de metal está escondido dentro de esa sabrosa presa para ellos. Y, de pronto, cuando aparecen, los vemos con un hilo de sedal colgando de la boca… ¿AHORA QUÉ?
Pues os damos unos consejos para actuar si esto ocurre:
- NUNCA TIRAR del sedal, podríamos desgarrar el gancho y ocasionar aún lesiones peores.
- Abrir la boca, a ver si por suerte está enganchado en las encías y podemos sacarlo.
- Cortar el hilo cerca de la boca o enrollarlo, para que no se enganche con nada.
- Llevarlo inmediatamente a la clínica veterinaria, para que se le haga radiografía y ver la localización y el peligro que conlleva.
- No darle nunca de comer o agua mientras, puede empeorar las consecuencias.