Tener a Rocío como veterinaria es una gran suerte: mi perrito Vito la adora, está deseando ir al veterinario, aunque le ponga inyecciones (de hecho no se da ni cuenta y luego viene la golosina claro, jaja). Lo hemos tenido que operar de urgencia por un accidente de coche y el post operatorio no ha podido ir mejor, Rocio siempre muy atenta a cómo evolucionaba Vito. Un lujo poder contar con ella para la salud de mis mascotas 🙂